Lo cuenta Luigi Geminazzi al comienzo de su libro La Atlántida roja. El fin del comunismo en Europa. Llega a la Polonia soviética en la década de los 80. Lo primero que aprende en polaco es «nie ma», no hay.foto atarifa CC«La segunda frase que aprendí fue «jest Kolejka», hay cola. Para los polacos hacer cola se ha convertido en la cosa más natural del mundo. Se ponen en fila
Otro año pobre en número de libros, 9, lejos de mi objetivo de 12 al año, y eso que 4 de los leídos son «cortos» (menos de 200 páginas), con lo que 2024 arroja un esmirriado total de 2.440 páginas librescas.Los motivos de esta escasez son varios y tediosos, así que paso a comentrar los que sí he leído, como siempre, un batiburrillo sin más guía que la de mis gustos y mi biblioteca.Sobre
Voy a procurar ser mesurado en esta entrada, y no soltar sapos y culebras, que es lo que me sale; aunque he dejado pasar tiempo para enfriar el ánimo. Desde hace tiempo estoy convencido de que los políticos viven en un Matrix sin contacto con la realidad. Hablan, pontifican, denuncian y, lo que es peor, legislan con total desprecio de las consecuencias en el mundo real. Estoy hasta las
Esta maravilla de post me ha hecho pensar mucho más allá de la estremecedora historia de Emma Kok y de la sobrecogedora belleza del momento.Me ha hecho pensar en la inconcebible maravilla de la vida humana, y en el espanto de esta sociedad que no quiere tener hijos, que los mata en el vientre materno por centenares de miles cada año antes de que lleguen siquiera a nacer.Seres humanos ni siquiera
Juan Santaella tiene una larguísima trayectoria en educación, es un apasionado de la
enseñanza y posee profundos conocimientos en la materia. Es imposible no coincidir en muchas de sus opiniones; pero discrepo en otras, importantes. Hoy (jueves, 19 de septiembre) he leído su columna en el diario Ideal de Granada, y he aprovechado una de estas discrepancias para escribir una "carta al
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